Respeto y prudencia

Pidieron respeto y prudencia por una muerte que se salta toda lógica de vida: la de una hija. En medio del shock inicial los padres reclamaron consideración, deferencia, templanza, cautela, moderación, sensatez y buen juicio [sinónimos de respeto y prudencia] a la hora de tratar la noticia. Pero no pasaron ni dos horas para que pseudoperiodistas carroñeros del corazón comenzaran a destripar su vida. Con directos inútiles a la casa de la fallecida. Bajo el halo del profundo respeto hacia su trágico final comenzaron a lanzar tomates sobre la dignidad de un muerto. La víctima, una chica de 31 años profundamente tímida y reservada que lo último que quería era ser protagonista de programas basura. El respeto se transformó en una revisión de sus defectos y virtudes y la prudencia en un cambio de programación con especiales en horario infantil sobre una «muerte en extrañas circunstancias». El morbo de no decir lo que todos entendimos desde el principio. Así es parte de nuestra absurda televisión que, pasito a pasito, hace méritos para consolidar ese tópico de la «caja tonta».

Un lector anónimo me envía un enlace de YouTube «para que se vea lo que un buen periodista jamás habría dicho de una difunta»:



Foto: Ballesteros (Efe)

Actualización, 13.21
La muerte de Érika Ortiz sigue siendo el tema estrella esta mañana en algunas televisiones, que no se dan por aludidas, con reportajes, directos y debates sobre lo que fue y dejó de ser esta chica. El share manda. A ver si pasa pronto y descansa en paz.

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Comentarios

  1. Es una de esas ocasiones en las que el cuerpo me pide insultar. Pero no debo hacerlo. Vaya desde aquí mi más profundo desprecio por la periodista llamada Paloma Gómez Borrero (de la persona no digo nada). Y a los que "deconstruyen" la realidad desde "Aquí hay tomate", otro tanto. No es la primera vez, quizá ni siquiera sea la más grave, que se bañan en el fango, pero esta es una de esas ocasiones en las que queda demostrado que ni siquiera la circunstancia de que la muerta sea quien es frena sus pulsiones. Nadie ni nada les puede parar. Si hacen eso con la hermana de Letizia, ¿de qué se van a privar con cualquier ciudadano? La TV convencional no sólo desinforma, también embrutece.

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  2. Vergonzoso.
    Tengamos en cuenta que la fallecida no es un personaje público, no es miembro de la familia Real, es solo la hermana de una "plebeya" que se casó con el princípe. Menudo panorama periodístico, normal que se nos odie en todas partes.

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  3. Nacho estoy de acuerdo en la basura televisiva y los circos que montan desde hace tiempo. Yo personalmente no los veo porque me dan asco. Pero aquí hay que pensar también en la libertad de información. Siempre desde el respeto, se puede decir lo que parece obvio, que se trata de un suicidio, y no pasa nada. Es una persona normal, aunque sea la hermana de la princesa. creo que tratar de silenciar u ocultar las cosas no es positivo. Eso sí, hay que informar desde el respeto. La basura televisiva va a montar un circo, eso ya lo sabemos. Tenemos esa basura porque queremos y no hacemos nada por evitarlo. Por ello creo que hay que separar la libertad de información y los programas basura.

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  4. Lo peor es que los del tomate se llenan la boca con la libertad de expresión. Algún día recibirán su propia medicina.

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  5. Sinceramente, no sé de qué nos sorprendemos. Ni que fuese la primera vez. No soy partidario de limitar la libertad de expresión, por eso administro un blog, pero para evitarnos tamañas vergüenzas y la de la propia familia, debería fiscalizarse la labor de ciertos programas y medios informativos. ¿No fiscalizan ellos la labor ajena? Los periodistas no somos más que el muñeco que pulsa el botón, ¿o es que alguno está dispuesto a perder su empleo por hacer valer los códigos éticos?

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